Praga

«Quien conserva la facultad de ver la belleza no envejece«

Franz Kafka

Con esta frase del genio Fran Kafka abrimos este post sobre Praga. Kafka, nacido en el seno de una familia judía ubicada en la ciudad está plenamente presente en cada uno de los rincones que conforman esta bella ciudad de cuento.

Praga es, como podrán comprobar en este post, una galería de arte al aire libre, que no deja sitio para el despiste. Plagada de esculturas con grandes mensajes, la convierten en un destino ideal en el que pasar unas vacaciones, disfrutar de su belleza y, a su vez, aprender y reflexionar sobre muchos aspectos de la vida.

¿Qué ver en Praga? Pues, vamos a dar algunos consejos imprescindibles para pasar cuatro días en República Checa.

Praga

Qué ver en Praga

  • Puente de Carlos. El Charles Bridge o Karluv Most es una de las mayores atracciones de Praga, el monumento más famoso, sin lugar a dudas. Comunica la Ciudad Vieja con Malá Strana, uno de los barrios más pintorescos y bonitos de la ciudad. Tiene unos 516 metros de largo y una treintena de estatuas. Y diría que la más famosa es la de San Juan Nepomuceno, lanzado al río Moldava por orden de Wenceslao IV. Dicen que quien pide un deseo frotando la mano izquierda en la base de la estatua le será concedido. Y ante la duda, ¡¡quién no lo va a probar!! El puente está siempre plagado de gente, mayormente turistas. Por eso, recomendamos madrugar para ver amanecer sobre el puente. Al no haber ‘casi’ gente, pasear por su medio kilómetro con las luces encendidas se convierte en una experiencia única que nadie debería perderse de lo que hay que ver en Praga.
Puente de Carlos
  • Plaza de la Ciudad Vieja. Cuando dices que has estado en Praga, lo primero que pregunta todo el mundo es si has visto el reloj astronómico. Pues, no es para menos. Cada hora se deja querer. Y son cientos las personas que esperan para ver el espectáculo… de unos pocos segundos. Si llegas tarde, ya no lo ves. Pero diría que el reloj no sería lo mismo si no tuviera a su gran aliada, la iglesia de Tyn. Es, un duelo de titanes. La torre donde se ubica el reloj era el antiguo ayuntamiento. Solo queda una pequeña muestra de su fachada, destruido durante la Segunda Guerra Mundial. En su sitio, hay un jardín. Volviendo al reloj, a cada hora en punto desfilan los doce apóstoles por las dos ventanas superiores. Además, hay cuatro figuras en la parte baja que no se mueven. Las otras cuatro en la zona más alta representan la avaricia, con un judío sosteniendo una bolsa; la vanidad, por un hombre con un espejo; la lujuria con un príncipe con una mandolina y la muerte, representada por un esqueleto y un reloj de arena que viene a decirnos que nos queda una hora menos de vida. Hay también un gallo que aletea sus alas (cuando funciona). Además de todo esto, el reloj ofrece una completa información del tiempo en todas sus formas. Por su parte, la iglesia de Tyn destaca por sobresalir de detrás de las casas barrocas que dan a la plaza. Es, sin duda, el edificio gótico más importante de la ciudad. Entre los edificios mas destacados dela plaza, la Casa del Minuto, ubicada cerca del reloj. Vivió en ella la familia Kafka. Es un ejemplo de arquitectura renacentista checa. En el centro de la plaza, hay la escultura de Jan Hus, filosofo cuyos seguidores son conocidos como husitas. Y la iglesia de San Nicolás, imprescindible visitarla.
Iglesia de Tyn y reloj astronómico
Casa del Minuto, grafiada.
  • Galería de arte al aire libre. Praga es una ciudad en la que disfrutar del arte. El escultor David Cerny es uno de los «culpables» de ello. Sus obras, algo polémicas, se pasean por la ciudad. Y cuando menos te lo esperas… zasca… allí aparece una obra de lo mas desternillante. Son, una muestra de la libertad de expresión que existe en el país. Y ejemplo de ello fue la «peineta» que dio la vuelta al mundo en 2013, tan solo unos días antes de las elecciones parlamentarias. Fue un enorme dedo anular levantado, de 10 metros, hacia el castillo de Praga, sede del jefe del Estado. Hay que visitar los bebés gigantes ubicados en la isla de Kampa, en frente del museo Kafka. También, el hombre colgado en la calle Husova que representa a Sigmund Freud, con una mano en el bolsillo. La cabeza gigante de Kafka, en continuo movimiento es otra escultura que hay que visitar, representa la metamorfosis de Kafka. También, los dos hombres orinando frases de personajes famosos, ubicados en la entrada del museo Kafka. Hay muchas más.
Bebes gigantes
Hombre colgado
Cabeza gigante de Franz Kafka
  • Recomendamos realizar un free tour para tener un primer contacto con la historia de la ciudad. Aquí una propuesta que hicimos servir nosotros y fue todo un acierto: https://www.unitytourspraga.com/
  • Plaza de Wenceslao. No tiene forma de plaza, sino más bien de avenida. Tiene en torno a un kilómetro de longitud y el edificio más representativo es el Museo Nacional. El edificio del Gran Hotel Europa, con su fachada color mostaza también merece una foto.
Museo Nacional
Gran Hotel Europa
  • Niño Jesús de Praga. Se encuentra en la iglesia de Santa María de la Victoria y San Antonio de Padua, en el barrio de Malá Strana. Es una figura de cera milagrosa de 47 centímetros que tiene la mano derecha en actitud de bendecir y en la izquierda lleva un globo con una cruz. Cuenta con un vestuario de unos 300 vestidos. Es un lugar de peregrinación, de los más venerados de Europa.
Iglesia donde se halla el Niño Jesús de Praga
  • Para los mas golosos, dos propuestas. Por un lado, tomarse un callejero Trdelnik, una delicia gastronómica tomada prestada de Hungría y de la que han sabido sacar provecho. Es un intruso pero que ha logrado hacerse un hueco en la ciudad. Su aroma inunda las calles. Es una masa en forma de rollo que se cuece en un hierro y lo embadurnan de azúcar y nueces molidas y lo rellenan de chocolate, helado o frutas. Una explosión gastronómica a la que es difícil resistirse.
Trdelnik

Otra tentación gastronómica la encontramos en el Café Louvre, ubicado en la calle Narodni. Fue y es centro de la cultura del país y por el pasaron personajes tan destacados como Kafka o Einstein. Y pese a la reputación, los precios son muy asequibles. Tomarse un chocolate con nata o un café vienés es todo un lujo.

Café Louvre
  • Saborear uno de los múltiples tipos de cerveza del país. Recomendamos la del monasterio Strahov, una de las mejores cervecerías artesanales de Praga, tanto por su singular ubicación como por la calidad de sus cervezas. ¡¡Y solo cuesta 40 coronas checas!!
Cerveza checa
  • Castillo de Praga. Se ve desde todos los rincones de la ciudad. Y no puede faltar en lo qué ver en Praga. Su gran tesoro es la iglesia de Sant Vito, hay que visitarla para conocer la mayor muestra de arte gótico de la ciudad. Justo en frente está la sede del jefe de Estado, que no se puede visitar. Y a las doce, se lleva a cabo el cambio de guardia. Aunque no sea tan monumental como el del Londres, es bonito ver este ritual que se repite a diario. No os perdáis la belleza que ofrece el palacio real y, en especial, su famosa sala Ladislao, con su bóveda con nervaduras entrelazadas que ofrecen un efecto vegetal. La iglesia de San Jorge es otra belleza arquitectónica con su fachada roja y sus torres blancas. Y su interior también impresiona. ¿Y qué hay del callejón del oro? Su fila de coloridas y diminutas casas lo hacen muy peculiar. Recibe el nombre de los orfebres que las ocuparon. Y además, en el número 22 vivió Franz Kafka.
Callejón del Oro
Iglesia de San Vito
Iglesia de San Jorge
Entrada al castillo
Sala Ladislao
  • Calle Nerudova. Fue, para nosotros, uno de los grandes atractivos de la ciudad. No se si la calle más bonita, pero de las más bellas, seguro. En el acceso hacia el castillo de Praga, encontramos esta calle empinada dedicada, no a Pablo Neruda, sino a Jan Neruda, un escritor checo de quien Pablo Neruda le tomó prestado el apellido. Las casas cuentan con una serie de elementos ornamentales en sus fachadas que servían para identificarlas cuando no existía el sistema de numeración de las casas. La casa de la langosta verde, del nabo, la de los dos soles, la del cisne blanco…
Calle Nerudova
  • Casa Danzante. Ubicada en la zona nueva de Praga, la Casa Danzante se ubica a orillas del Moldava y aunque choque su arquitectura en una ciudad de edificios medievales, se ha hecho un hueco en Praga. La bautizaron como Fred and Ginger por su semejanza con las figuras de estos bailarines.
Casa Danzante
  • Barrio judío. O Josefov muestra algunos de los episodios más oscuros de la ciudad. Son unas pocas calles en las que residían, confinados, los judíos de la ciudad en un barrio amurallado. La sinagoga Vieja-Nueva es importante porque alberga el Golem, un personaje creado por el Rabino Low. La sinagoga española es bella por fuera y dicen que también por dentro, aunque nosotros no pudimos entrar al estar en obras. Lo más impactante es el cementerio en el que se acumulan una docena de capas de lápidas. La falta de espacio obligó a tomar esta decisión dejando esta imagen tan estremecedora. Y aunque está algo más alejada de la zona, recomendamos visitar la sinagoga Jerusalén. El barrio judío es un imprescindible de qué ver en Praga y entender la historia. Si hay tiempo, puede completarse con una visita al campo de concentración de Terezin.
Sinagoga española
Cementerio judío
Sinagoga Vieja-Nueva
Sinagoga de Jersualén
  • Palacio municipal. Ejemplo del art-nouveau. Durante la Edad Media fue sede del Palacio Real. El edificio acabó siendo pasto de las llamas una vez fue abandonado. Reconstruido, se convirtió en auditorio y un punto de referencia cívico de la ciudad.
Palacio municipal
  • Karlovy Vary. En caso de poder dedicar un día a una excursión, recomendamos visitar Karlovy Vary que destaca por su peculiaridad. La ciudad balneario por excelencia ofrece imágenes realmente curiosas, como el hecho de que la gente se pasee bebiendo agua caliente con propiedades termales. Las múltiples fuentes calientes están ubicadas en edificios realmente bonitos como la Columnata del Parque, la Columnata del Molino, del Mercado o el pabellón de las fuentes termales. La ciudad ofrece un ambiente muy particular, elegante, muy de la belle epoque… Pasear por sus calles es una gran experiencia. Hay que visitar también la iglesia ortodoxa de Pedro y Pablo, subir a la torre de Diana, visitar el Gran Hotel Pupp donde se rodó «Casino Royale» y saborear las tradicionales obleas rellenas de todo cuanto uno se pueda imaginar.
Karlovy Vary
Columnata del Molino
Columnata del Mercado
Iglesia ortodoxa de Pedro y Pablo
Columnata
Fuente de agua caliente a 60 grados

Otras entradas:

Selva Negra: https://demenorcalmundo.es/que-ver-en-selva-negra-en-cinco-dias/

Lisboa: https://demenorcalmundo.es/que-ver-en-lisboa/

Salzkammergut: https://demenorcalmundo.es/que-ver-en-salzkammergut-lagos-austriacos-en-cuatro-dias/

Menorca: https://demenorcalmundo.es/menorca-que-ver/

3 comentarios en “Praga

  1. Es verdaderament interessant sa descripció feta en aquest bloc.
    Mos ha fet recordar el nostre viatge a Praga i a Karlovi vari.
    Descripció detallada i instructiva.
    Grácies Mercé.

  2. Es verdaderament interessant sa descripció feta en aquest bloc.
    Mos ha fet recordar el nostre viatge a Praga i a Karlovi vari.
    Descripció detallada i instructiva.
    Grácies Mercé.

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